- Psicología Estratégica
- Posts
- autocompasion
autocompasion
Quiero contarte una historia que refleja algo que se suele ver en terapia.
Hace un tiempo estaba trabajando con un chico joven, realmente inteligente y con una gran capacidad de iniciativa. En una de nuestras sesiones, comenzamos a hablar sobre cómo se exigía demasiado a sí mismo y cómo eso le afectaba.
Me comentó que siempre había sido alguien que se presionaba mucho para alcanzar sus metas.
Durante mucho tiempo, esta actitud “sargento” consigo mismo le había funcionado,
peeero ahora...
ahora las cosas habían cambiado.
Se daba cuenta de que ya no lograba motivarse de la misma manera. De hecho, cuanto más se presionaba, más tendía a procrastinar, a boicotearse y a perderse en pensamientos que no le llevaban a ningún lado.
Le pregunté: "¿Y qué has intentado hacer para mejorar esta situación?"
A lo que él respondió: "Pues... he intentado presionarme aún más".
Me describió cómo su voz interna se volvía cada vez más dura: "¡Eres un vago!", "¡Así nunca vas a lograr nada!", "¡Deberías empezar ya en lugar de estar descansando!" (y otras cosas más fuertes que prefiero no escribir, pero que ya te imaginarás)
Entonces le pregunté: "¿Y te está funcionando ser aún más duro contigo mismo?" Su respuesta fue clara y honesta: "La verdad es que no".
Esta situación es muy común.
Cuando nuestras viejas estrategias fallan, a menudo pensamos que la solución es "más de lo mismo", pero con mayor intensidad.
Sin embargo, en casos como este, lo más útil suele ser lo opuesto: aprender a ser más amables y compasivos con nosotros mismos.
A muchos, como a este chico, les asusta la idea de la autocompasión.
Temen volverse indulgentes, “blandos”, perezosos, o perder su motivación. Pero en realidad nada de esto es así.
La autocompasión no es debilidad, es una fortaleza. Nos permite enfrentar nuestros retos con entendimiento y cuidado, en lugar de con crítica destructiva y castigo.
Precisamente de eso va el taller "Maldita Autoestima" del que estoy hablando estos días.
En el taller, exploraremos cómo la autocompasión realmente nos fortalece. Aprenderás a aplicarla en tu vida para mejorar la relación contigo mismo y con los demás. Cada vez hay más estudios e investigación que avala los enfoques compasivos, y veremos varios ejercicios prácticos para cultivarla.
Piensa en la autocompasión como si fueras un músico afinando su guitarra.
Si tratas mal a tu instrumento, y si tensas demasiado las cuerdas, pueden romperse.
Pero si no las ajustas lo suficiente, la música no sonará bien.
Es mejor tratar bien a tu instrumento, cuidarlo y afinarlo con cariño para que suene bien.
La autocompasión es el acto de afinar tus “cuerdas internas” con cariño, cuidado, encontrando ese punto perfecto donde puedes tocar la melodía de tu vida con armonía y sin romperte bajo la presión..
Y tu, ¿Estás listo para afinar tu vida con autocompasión?
Las inscripciones están a precio especial hasta el día 5 de febrero. (Después subirán un 20%)
¿Nos vemos dentro?
Un abrazo!
PD: Como enseña el proverbio japonés: 'Caerse siete veces y levantarse ocho'. La autocompasión es esa mano que te ayuda a levantarte cada vez.